¿Qué harías si sabes que tu Jefe está equivocado? ¿Te
quedas callado, se lo comentas a otros o se lo dices directamente a él?
En este Post, te comentaré sobre una de
las claves , para mejorar la
relación con tu Jefe y por ende, mantenerte en tu cargo aportando
beneficios para tu empresa.
Me refiero a tener el valor y los
argumentos suficientes, para comunicarle a tu Jefe, que no tiene la razón o que
está equivocado en ciertas y determinadas decisiones.
Está
muy de moda en las redes sociales, una frase que nunca debiera pasar
desapercibida por los profesionales de RRHH, “la gente no se va de sus empresas, se van de sus jefes”.
La prestigiosa firma Gallup, en una de sus encuestas reveló y confirmó,
que más de la mitad de las personas que renuncian a su trabajo, lo hacen por
sus jefes.
Hay muchísimas formas de evitar esa “tragedia tan común en nuestras
organizaciones”.
A lo largo de nuestras carreras profesionales, nos encontraremos con
diferentes tipos de jefes. Algunos serán más abiertos
a las críticas, otros no tanto y algunos otros, serán tan autoritarios, que la
simple mención a nuestro cerebro, de decirle que
están equivocados, nos paraliza.
En cualquiera de los casos anteriores, lo aconsejable es tener claro, qué pasos debes dar, para comunicarle de manera efectiva a
tu Jefe, que está equivocado.
Anécdota Personal:
Roberto, un veterano de mil batallas en temas de gestión de personas,
una vez me contó, la desagradable situación en que se vio envuelto, al inicio
de su carrera, por enfrentar en una reunión de
ejecutivos, a su jefe. Siempre me ha gustado hablar con Roberto, porque
aprendo mucho, incluso ahora que estamos lejos uno del otro, nos mantenemos
comunicados. Es una verdadera enciclopedia de experiencias disímiles y hasta
inverosímiles, diría yo.
Resulta que Roberto (novato en aquellos momentos) fue invitado a última
hora a esa reunión y realmente no colegió antes con su Jefe, la mejor propuesta
de mejora que debían presentar, relacionada con un cambio de estructura en la
empresa. Su jefe expuso el proyecto desde su visión personal y se limitó a
decir que no había otra propuesta más efectiva por el momento.
Roberto se sintió picado, levantó la mano y dijo sin tapujos: “Jefe, me
disculpa, pero sí hay otras variantes más efectivas y yo se las he
proporcionado”. El murmullo no se hizo esperar y el Director General que
lideraba esa reunión, la emprendió con el Jefe de Roberto, diciéndole que cómo
era posible, no venir preparados a esa reunión, bla, bla, bla.
La pena y el descrédito del Jefe de Roberto fueron enormes y también
las represalias para ambos.
Moraleja:
La principal lección que aprendió Roberto, (según sus palabras) fue,
que no hay que tener miedo a decir las cosas en
que se equivoca tu jefe, PERO todo sería
más bonito, si tu jefe lo supiera antes que el resto.
Algunos Consejos para comunicarle a tu Jefe
que está equivocado.
- Ten la seguridad de que está equivocado.
- Prepara bien tus argumentos, porque a lo mejor el equivocado eres tú y te lleves una sorpresa. ¿Manejas la misma información en que se basó tu jefe para tomar esa decisión?
- Demuestra con hechos o tal vez con números, en que consiste la equivocación de tu jefe.
- Busca razones sólidas, que demuestren que está equivocado y los efectos que pudiera traer su decisión en el orden personal y para la propia empresa.
- Ten cuidado con las formas en que se lo transmites.
- ¿Cuánto tacto tienes para manejar esta situación con tu jefe? ¿Eres discreto o altisonante como Roberto?
- Busca y utiliza frases o maneras de decir, menos hirientes, sé firme pero respetuoso. Tu jefe es una persona como tú, un ser humano lleno de emociones y de orgullo propio.
- El solo hecho de decirle que “estás equivocado”, lleva una carga enorme de responsabilidad en tus hombros, porque una cosa es opinar diferente y plantearle alternativas y otra es juzgar y creerte el dueño de la verdad absoluta.
- Si encima de eso, se lo dices en mala forma o por lo menos él lo percibe así, pueden pasar dos cosas muy malas para ti: una que no le haga caso a tu “consejo o nueva propuesta” y la otra que te haga la vida imposible en lo adelante.
- Escoge el momento y el lugar adecuado.
- Te aconsejo que lo hables directamente y en privado con tu Jefe, trata de que sea en su oficina, en su terreno.
- Jamás vayas a ver primero al Jefe de tu Jefe.
- Si desacreditas a tu Jefe delante de otros o peor aún, a sus espaldas, te estás desacreditando tú también.
- A veces hay que postergar algunas decisiones y si consideras que no es el momento adecuado, espera otra ocasión más propicia. ¿Sabes tú cuántas preocupaciones laborales y personales tiene en ese momento tu Jefe?
- Lleva una solución.
- Tuve un gran jefe que tenía un dicho favorito: “Trae las tiñosas, pero trae también las jaulas”. Nos quería decir, que él aceptaba todas las críticas, todos los problemas que quisiéramos plantearle, pero que siempre tratáramos de traer soluciones o propuestas alternativas y diferentes.
- Hacer una crítica es fácil, lo realmente difícil es hacer y sobre todo cosas nuevas o tomar decisiones difíciles.
- Finalmente, dale las gracias por aceptar tus sugerencias y reconocer que estaba equivocado.
- Hazle saber a tu Jefe, los beneficios para ambos y para la empresa, al reconocer su error o su equivocación y que haya aceptado tu nueva propuesta. Dale las gracias por eso.
- Comenta lo bien que te sientes por la actitud de tu Jefe, al resto de tus colegas, colaboradores del equipo e incluso al Jefe de tu Jefe. (ahora sí puedes verlo)
Recuerda, no se trata de desafiar
constantemente a tus jefes, pero tampoco es recomendable convertirte en el
sumiso, que todo lo acepta.
Trata por todos los medios de no convertirte en el trabajador más
rebelde o en el más pasivo, en tu empresa. Ambos son dañinos. Buscar ese
término medio, es difícil, pero se logra.
Si te ha gustado el post, te agradecería
que lo compartieras en tus redes sociales.
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