Una de las
historias de amor más bellas de la literatura universal, sin dudas es la que
narra Gabriel García Márquez, en su genial obra “El amor en los tiempos del
Cólera”.
El amor de Florentino Ariza por Fermina Daza, queda inmortalizado por este genio de las letras y es mi excusa perfecta, para regalarte este post de hoy, dedicado también al amor, a la gestión de personas, pero en los tiempos de este mortal virus, llamado Zika.
Nos enseña
muchas cosas, quizás una de las más importantes, por lo menos para mí, es que
siempre hay esperanza de
encontrar lo que uno quiere con perseverancia, con entrega y
con mucho amor, ese amor que puede
aparecer en cualquier momento, a cualquier edad, en cualquier lugar, bajo
cualquier circunstancia.
Si Florentino
esperó 50 años por el amor de su vida, yo simplemente esperé poco más de 50 semanas, para reencontrarme con el
mío, en este país lleno de oportunidades.
Te cuento que
conocí a mi esposa hace casi 10 años, en una reunión anual de directivos de
capital humano, del sector pesquero, así que ya te adelanto, que el amor que siento por la gestión de
personas, viene acompañado también, de un amor real por una persona maravillosa, que me hizo ver, todo lo que se puede lograr, con
perseverancia y con amor.
Al igual que en
los tiempos del cólera, hoy nos amenaza una mortal enfermedad, llamada Zika,
que es transmitida por un simple mosquito y que no tiene cura por el momento, a
pesar de los avances en el campo de la medicina.
Para
enfrentar esta enfermedad, los pueblos y
las empresas deberán trabajar duro en su prevención y estas últimas, deberán incluirla en sus políticas de gestión
de personas.
Se acerca el Día del Amor y es lamentable, que las principales víctimas de esta
casi pandemia, sean las mujeres que están a punto de engendrar amor a nuestro
mundo y por qué no, a futuros gestores de
personas.
No quiero
comparar ni puedo, este sencillo homenaje, con la obra del Gabo, sería como
comparar un gramo de acero con miles de Torres Eiffel o comparar los visitantes
que llegan a Alacranes, mi pueblito natal, (casi ninguno), con los que llegan a
Venecia, la ciudad del amor.
Me preguntarás,
Juan Carlos ¿qué tienen en común estas tres cosas, amor, gestión de personas y
Zika, que me beneficie a mí como lector?
Mi respuesta:
3 Reflexiones de mi vida personal, que quiero compartir contigo, a través de 15
preguntas cuestionadoras.
- Me enamoré de una mujer a la que amo y cuido mucho, que comparte las mismas inquietudes profesionales, aunque no exactamente los mismos gustos.
- ¿Haces tu trabajo con la misma pasión que amas a tu pareja?
- ¿Cuánto tiempo le dedicas a “cuidar” a tus colaboradores, te preocupas realmente por ellos?
- ¿Si tu gente ama lo que haces, por qué tú no amas lo que hacen ellos?
- ¿Te consideras un buen amante, un buen directivo o ambos inclusive?
- ¿Reconoces y asumes que tus colaboradores son diversos?
- ¿Sabes manejar las diferencias en tus relaciones interpersonales?
- Mi esposa se contagió con el dengue, una enfermedad provocada por el mismo agente transmisor del Zika, (aedes aegypti) y casi muere, sin embargo, se repuso y siguió dirigiendo personas.
- ¿Valoras y valoran realmente en tu empresa, la magnitud y el impacto de una pandemia?
- ¿Manejas políticas preventivas efectivas, frente a posibles enfermedades en tu entorno laboral o aplicas terapias de choques, cuando aparecen?
- ¿Eres humano en la gestión de personas o te interesa sobre todo, las utilidades de la empresa?
- ¿Qué haces cuando se enferman trabajadores producto de algún virus?
He trabajado en
empresas, donde se pregonaba que el capital humano era lo más valioso y sin
embargo las multas de
los inspectores de salud, por
infracciones a las más elementales normas de higiene, eran cosas cotidianas.
Después queríamos
“matar” al responsable directo de la seguridad y salud del trabajo, pero te
pregunto, ¿de quién es la culpa?, te aseguro que no es de la vaca,
como en el popular cuento, en primerísimo lugar, es de los directivos y mandos medios,
por no
crear y mantener una cultura de trabajo preventiva, que incluya y potencie políticas
efectivas de prevención de enfermedades.
Empieza por tu área de gestión de personas, dando el ejemplo y buscando apoyo para impulsar un proyecto que involucre al resto de los trabajadores.
Tú sabes que a
las crisis hay que atacarlas, pero no te puedes pasar la vida apagando fuegos. Las propuestas de soluciones, en la mayoría de los
casos, no son ni siquiera tan costosas, te recuerdo que un simple auto focal a
las áreas aledañas a la tuya, permitirá eliminar los focos que hospedan a esos
mosquitos. Pero eso no lo puedes hacer cuando te enteras de la epidemia, sino
convertirlo en un hábito, hacerlo con frecuencia.
Lo más triste
que he visto es que muchas empresas, no manejan bien los casos de virus
detectados y los no detectados. Algunos trabajadores laboran enfermos producto
de algún virus, sabiéndolo o no, no lo comentan por miedo a perder el trabajo y
solo lo detectamos, cuando ya tal vez contagió a otros.
En el otro extremo, es
lo que pasa después de que algún trabajador enferma,
con alguno de estos virus. Por lo general los ingresan en un hospital,
“alguien” de la empresa, va tal vez el primer día a visitarlos (en el mejor de
los casos) y después, no se acuerdan de él,
hasta que empieza a trabajar nuevamente, “mostrándole lo importante que es el
capital humano para la empresa”.
- Mi esposa y yo no somos una pareja perfecta, tenemos defectos, pero intentamos mejorar, conociéndonos mejor y compartiendo detalles.
- ¿Pero qué haces a diario para mejorar tus habilidades de gestión de personas? ¿Qué aprendiste hoy?
- ¿Cómo son tus relaciones con tus colaboradores, con tus colegas, con los clientes? ¿Has hecho algo por mejorarlas?
- ¿Tienes problemas que no sabes resolver?
- ¿No manejas bien los conflictos laborales?
La
perfección no existe, eso lo sabes tú,
pero intenta mejorar un
poquito todos los días.
Si decides por
fin mejorar, saca la cuenta, si tan solo te propones y logras un 0.1% cada día
en algo específico o general, te sorprenderás que en menos de tres años,
incrementas más de un 100% tu propio valor actual.
Lo mismo ocurre
con el amor, cuídalo,
aliméntalo y mejóralo diariamente, para que nunca muera esa hermosa flor, que un día te tropezaste en tu camino o quién sabe,
si ella se abrió para que tú solamente la vieras.
No pierdas las
esperanzas, sonríe, sé humano, sé perseverante y amoroso y el destino te
recompensará, tanto en el amor, como en tu vida profesional.
Y
lo más importante, si te vas a contagiar, que sea de mucho amor por las
personas y no de Zika.
Te deseo Muchas
Felicidades en el Día del Amor.
Dame tu
criterio sobre este post y compártelo en tus redes sociales.
¡Excelente artículo! Me ha encantado la forma cómo respondes con tres reflexiones de tu vida personal, lo que tienen en común "el amor, la gestión de las personas y el Zika".
ReplyDeleteEs una lectura reflexiva, entusiasta y motivadora. ¡Te felicito!
¡Feliz Día de la Amistad y el Amor!
Saludos cordiales desde Costa Rica,
Dinorah Jiménez Siles
Gracias Dinorah, me alegro que te haya gustado, que lo hayas comentado y sabes que no tengo que darte permiso para que lo compartas, eres una gran profesional, te admiro mucho y el solo hecho de gustarte a ti, para mí es un honor. Feliz Día del Amor para ti y para todo el que tenga la gentileza de leer este post. Saludos y seguimos en contacto
ReplyDeleteHola Juan Carlos, muy interesantes tus reflexiones, gracias por compartirlas, muy valiosas. Saludos
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