Jefe, gracias por confiar en mí.

¿Por qué es tan importante la confianza entre jefes y colaboradores?

¿Cuántos directivos en tu empresa, arriesgarían su carrera por apoyar y confiar en un colaborador?

¿Cómo es posible confiar en algunos colaboradores, que a pesar de estar bien capacitados, incumplen sus compromisos?

 

Hoy quiero compartir contigo, 5 reflexiones sobre la confianza que depositan los jefes en sus colaboradores, tomando como base una conmovedora historia real.

Anécdota Personal:

Tuve el privilegio y la oportunidad de trabajar con un directivo de gestión de personas, que a pesar de tener muchos defectos (como cualquier ser humano), era (sigue siendo) genial a la hora de entender los problemas personales de sus colaboradores y de ayudarlos a resolver. Su nombre,  Reinaldo Delgado Sabater y durante mucho tiempo, lideró exitosamente la gestión de personas, en una empresa pesquera cubana.

Trabajé a su lado casi 7 años, primero como subordinado y después como colega y durante ese tiempo aprendí muchísimo, porque me dejó hacer, experimentar, equivocarme y además por los sabios consejos para la vida y para la profesión que me dio.

Pero hoy lo traigo a colación, porque pude conocer muy de cerca, a una persona que le estará agradecida eternamente, aunque prefiere que no devele su nombre y para esta historia, es simplemente José.

José un excelente técnico de RRHH, divorciado, con un niño, le agradece a Reinaldo, ser el profesional y la persona que es hoy. Resulta que tenía una fuerte adicción al alcohol y venía muy a menudo a trabajar con olor desagradable, en una oficina pequeña, obligando a sus compañeros de trabajo y a clientes, a respirar ese maloliente aire. Lo triste es, que su comportamiento fue cambiando, al extremo de faltar con alguna regularidad al trabajo, a buscar excusas y justificaciones, la mayoría de ellas inventadas y poco creíbles.

Muchos directivos se le acercaban a Reinaldo y le comentaban que debía “sacar del juego” a José, pues la imagen que estaba proyectando era muy mala, además se confrontaban muchos problemas, por incumplimiento de sus responsabilidades, que afectaban incluso a otras áreas de la empresa.  Pero Reinaldo veía en José, una bella persona, honesta, muy capacitada, aunque disfrazada de alcohólico, con mucho potencial y estaba convencido de que podía ayudarlo.

Reinaldo decidió hablar con José por séptima y última vez (¡6 veces y no reaccionaba!). Le dijo que se olvidara de todo, incluso hasta de su trabajo, pero que pensara en su hijito y pensara más en él y le puso una condición, lo dejaría trabajar a su lado si entraba en una clínica de rehabilitación. Así fue y a pesar de algunas recaídas, José le encontró más sentido a la vida y a su profesión, cambió para bien y hasta se reencontró con el amor. Al poco tiempo José fue promocionado en esa empresa a un cargo de directivo e hizo importantes aportes a la misma.

Hoy por hoy, José es un destacado profesional, muy reconocido en su país y en un encuentro internacional de buenas prácticas de gestión de personas, donde estuvimos los tres, Reinaldo y José se abrazaron como padre e hijo y este último soltó a boca de jarro una frase que me emocionó mucho y que parte de ella, da título a este Post “Jefe, gracias por confiar en mí y por darme tantas oportunidades”.

Moraleja:

Un jefe no es solo el que manda, sino el que educa, enseña, tiene paciencia y sobre todo, tiene confianza en su gente y la ayuda en los momentos difíciles a crecer y ser mejor persona.

Cuando eres directivo, debes tener la capacidad de creer en las personas a tu alrededor, porque son en definitiva las que te ayudarán a conseguir los objetivos y metas comunes.

Es cierto que muchas personas no serán dignas de tu confianza, otras la perderán a lo largo de sus carreras e incluso algunas, abandonarán tu empresa.

Lo importante, según mi criterio personal, es ayudarlas a crecer como profesionales y como personas y para esto, se necesita confianza.

Te dejo con 5 reflexiones sobre la confianza, que me han ayudado como directivo y que espero, te sean útiles.

Reflexión No 1: Conozca realmente las cualidades y defectos de tu gente.

• No se puede confiar en una persona, de la cual se desconoce casi todo.
• No bastan por sí solos, los resultados de las evaluaciones del desempeño, los criterios que tengan los demás de esa persona, necesitas conversar, dialogar y pasar tiempo con tu gente, para conocer sus cualidades y defectos.
• Conozca qué preocupaciones laborales y personales tienen tus colaboradores.
• Involúcrese con ellos, trate de entender por qué reaccionan de maneras distintas, en diferentes situaciones y por qué han asumido comportamientos inadecuados.

Reflexión No 2: Busque un equilibrio entre la amistad y la profesionalidad.

• No te conviertas en alguien tan íntimo, pero tampoco en alguien tan distante. Buscar este término medio, es difícil pero lograble.
• La clave es llevarse bien con tu gente y mantener una buena relación, dentro de los límites de los roles de jefes-colaboradores.
• Demuestra una amistad sana, sin favoritismos y sin recelos en el resto de tus colaboradores.

Reflexión No 3: Tenga paciencia y consideración.

• Para confiar hay que ser paciente y fomentar la sinceridad: Muchas veces te engañarán o te dirán mentiras piadosas, para evitar regaños y sanciones. Debes tener tiempo suficiente para escucharlos, para lograr que tu gente se abra y te cuente realmente las causas de sus malos comportamientos.
• Debes fomentar valores como la integridad y la disciplina.
• Considera que son seres humanos igual que tú, llenos de imperfecciones, preocupaciones, de miedos, de frustraciones, de vicios, que traen consigo todos los días al trabajo.

Reflexión No 4: Confía en tu gente para que confíen en ti.

• Establezca tantos canales de comunicación como sean necesarios. Para obtener confianza mutua, la comunicación es clave.
• Tenga confianza en tus colaboradores en cómo lograr los objetivos y se lo haces saber, pero exígeles resultados.
• Sé más humano en el trato con tu gente. La sensibilidad es unos de los grandes diferenciadores como seres humanos.

Reflexión No 5: Ofrece ayuda.

• Ofrece ayuda a tu gente cada vez que la necesite, tanto para su desarrollo profesional, como para su vida personal.
• Hazlos sentir muy cómodos cuando hablen contigo y que sepan que tienen a la persona adecuada para ayudarlos.
• Si necesitan una autorización especial para faltar al trabajo, ajustar horarios laborales o una mayor cantidad de días para alcanzar determinado objetivo o tarea, sé flexible con ellos. Pero exige resultados.

Cierro este post, con unas palabras de Richard Branson, un exitoso hombre de negocios, publicado hace algunos años, en el sitio www.portafolio.com. “Para crear confianza en su negocio, confíe en trabajadores”

 “Su nueva labor, dirigir una compañía en vez de administrar las operaciones cotidianas, finalmente se reduce a la confianza: la que tenga en sus empleados.

En la medida en que usted confíe en ellos para dirigir el negocio, ellos se sentirán confiados de que usted escuchará sus inquietudes y les ayudará a hacer cambios o poner en práctica ideas que mantendrán a su compañía avanzando.”

La confianza es la base de las relaciones interpersonales, es una característica clave del liderazgo y en materia de gestión de personas, es crucial para lograr resultados satisfactorios.

Si te gustó el post, me gustaría que lo comentaras y compartieras en tus redes sociales, me ayudarías mucho.

¿Tu jefe confía en ti? ¿Qué otras reflexiones sobre la confianza de los jefes a sus colaboradores adicionarías?